Planificación docente

REFLEXIONES ACERCA DE LAS FUNCIONES, ENFOQUES Y MODALIDADES DE LA PLANIFICACIÓN DOCENTE, SUS POSIBILIDADES Y DIFICULTADES.

En la planificación o programación de la enseñanza existen dos términos interesantes, la enseñanza preactiva (trabajo profesional dedicado a la preparación de la actividad en el aula), frente a la enseñanza interactiva (lo que el maestro hace en el aula en relación a sus alumnos).

El profesorado no sigue los modelos teóricos centrados en la planificación como proceso de reflexión-previsión-propuesta de acción, bajo posibilidades y limitaciones muy concretas y no como aplicación correcta de una técnica o procedimiento establecido desde parámetros ajenos a la vida del aula.

La mayor o menor experiencia del profesor, así como su capacidad para percibir unos problemas y situaciones, juegan un papel básico en la planificación de su enseñanza.

Los maestros diseñan una programación escrita de carácter anual, la cual sigue el formato llamado modelo de objetivos de conducta (carácter burocrático). Sus funciones:

·         Puesta en contacto con los programas oficiales.

·         Definición de metas y actividades generales.

·         Primer intento de temporalización y distribución de contenidos.

·         Elaboración de un documento a incluir en el Proyecto de centro y para la inspección.

·         Primer inventario de material disponible y necesario,…

De carácter trimestral o quincenal, el profesorado programa menos sistemáticamente, tratando de diseñar actividades adecuadas al conocimiento y ajustadas a los tiempos y contenidos. La dificultad de esta planificación se encuentra en el intento de conectar con los intereses de los estudiantes, la falta aparente de tiempo para conseguir los aprendizajes y la extensión excesiva que se percibe de los programas oficiales.

Por último, con un carácter informal se planifica una semana atendiendo a lo sucedido en la anterior más la planificación quincenal.

La acción de planificar es inherente a la función docente, entendiéndola como “pensar sobre lo que se puede hacer”, todo ello basado en las percepciones del profesorado sobre lo que se debe hacer, sus propios alumnos y el contexto en el que se trabaja.

El trabajo realizado en el nivel preactivo responde a una perspectiva de carácter tecnologista a la hora de considerar el cambio y la innovación en la escuela. El profesor individual no puede ser el responsable de pensar el cambio, sino de aplicar en su aula las técnicas y procedimientos de cambio derivados de la administración o del ámbito científico.